Etecsa: consumir preferentemente antes de… (II Parte y final)


Que no nos nuble la vista el panorama desolador de Etecsa. Ni por extensas colas en la entrada de los telepuntos, ni por congestiones en las líneas, la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba deja de ser una corporación poderosa. Quizás de las mayores que opere bajo la égida del Gobierno Cubano.

Lo demás —malas gestiones de los servicios y sus flagelos de siempre— es cosa de idiosincrasia nacional. La nuestra es una empresa con conocimiento de causa y económicamente ha operado de la mejor manera que se le pueda ocurrir a una corporación “Made in Cuba”: hasta hace unos años no había un exponente nacional que hubiese utilizado tan a su favor la histórica división de cubanos de un lado y el otro de las orillas.

Por eso que no nos nuble la vista el panorama de la última oferta de recarga: si te ponen 15 recibes un bonus extra de 25 pero a consumir preferentemente antes de… un mes. O por lo menos así fue la primera nueva oferta, un desliz —pensaron muchos— que hizo estallar la opinión pública nacional en vituperios y lanzallamas en Internet alegando estafa y puntos de retroceso en el seno de la empresa. Muchos imaginaron que luego de intensas plegarias, los funcionarios, arrepentidos, rectificarían el error con el clásico doble.

Pero llegó agosto y pareció confirmar la sospecha de los usuarios: La oferta de recarga de 20 para 40 estaba llegando a su fin, cuando el inesperado mensajito volvió a tocar la bandeja de entrada de cada teléfono anunciándose otra vez, pero con la diferencia que “el consumir preferentemente antes de…” se ampliaba a dos meses.

¿Adiós a la magia de la recarga doble, esa que unía como nunca a cubanos de aquí y de allá, esa que utilizaba las redes sociales con una agilidad pasmosa? ¿Adiós a la planificación salarial que ofrecía una vida larga y prolongada del saldo sin llegar a fin de mes preocupándose por cuánto queda?

Por suerte no, según Lorenzo Enrique Won García, jefe del grupo de Mercadotecnia y Comunicaciones de Etecsa en Villa Clara. “Lo que ocurre es que estamos haciendo una diversificación de los servicios en vista a nuevos atractivos y para ello vamos haciendo una distinción entre el saldo principal y las bonificaciones. Pero eso no quiere decir que la recarga doble haya desaparecido”.

Si se quiere el futuro promete bondades. O por lo menos las bondades que una empresa en crecimiento —más por necesidad que por complacencia— y miles de talanqueras puedan brindar. Eso sí, aún con la solapada política de una exclusividad al estilo de: “esto es lo que hay. ¡Tómalo o déjalo!” que nos obliga a esperar callados ante los cambios vislumbrados en el horizonte.

La diferenciación en los tipos de saldo apunta —esclarece Won García en un trabajo publicado por una colega de Vanguardia— hacia un tipo de bonificación que se espera sea más que eso: un simple saldo. “Éstas podrían ser por tiempo, es decir, que se le dé al cliente una determinada cantidad de minutos de llamadas libre de costo o de mensajería. Igualmente incluiría un bonus para navegación a Internet, pero serán noticias anunciadas a su debido tiempo”.

Y mientras esperamos por las buenas nuevas ya la gente parece adaptarse. Quizás necesidad, quizás conformismo. Pero lo cierto es que la marea va bajando y muchísimos usuarios acomodaron asientos, teclearon loggin y contraseñas y se zambulleron en Facebook para solicitar a parientes y amigos la siempre bienvenida ayuda desde el exterior, aunque sea para consumir preferentemente antes del plazo que establezca Etecsa, hasta ahora la única y todo poderosa Empresa de Telecomunicaciones de Cuba.

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