El panelista ausente

Permítanme no dejar que este post se convierta en una crítica. Permítanme solamente verter mi opinión en la inmensidad de la web. Permítanme decirles que veo muy poco la Mesa Redonda, y por eso no me atrevo a escudriñar severos ataques contra un espacio de conocida polémica en la opinión pública –no quiero caer en la burda repetición de ideas preconcebidas–.

Sin embargo, –en un acto de compenetración con el vox populi– no dejó de extrañarme que en la emisión de este viernes 14 de marzo, dedicada a la labor del periodismo cubano, me quedara con deseos de escuchar más, de haberme hecho penetrar por los verdaderos vericuetos de esta profesión tan polémica como la realidad misma que refleja, de sentirme que ciertamente hablaban de mí.

A la larga relucieron temas que no podían faltar: la necesidad de abordar la crítica periodística de manera racional, el combate contra el secretismo, la vinculación con las fuentes… A la larga, digamos, la jugada se le hizo difícil a la redacción del espacio televisivo para no pecar de ingenuos ni de demasiado catárticos, porque, por si no lo sabe usted amigo lector – aunque si no lo sabe se que lo imagina – esas son solo algunas de las talanqueras a las que se enfrenta un periodista del día a día.


¿Y los salarios? Me preguntan. Pero yo no digo nada. Aun no trabajo, aun no cobro, aun no tengo la idea de su precariedad.

Por eso me detengo solo en el lugar que me ocupa: la juventud. No los estudiantes de Periodismo, de buena manera reflejados en dicha emisión, sino de aquellos recién graduados que parecen no encontrar el sitio esperado a lo largo de 5 años en las aulas, de los que ahora mismo han engavetado la grabadora y se han puesto un uniforme de turismo, de los que sienten melancolía en las precarias redacciones de municipio, de los condenados a ejercer solo de reporteros agrícolas a pesar de la inmensidad de su talento… de los que no les ha quedado otra que subir a un avión y olvidarse de la prensa para siempre. Por si no lo sabe usted amigo lector – y si no lo sabe se que lo imagina – la situación laboral de un recién graduado de periodismo suscita estrés.

Suscita estrés en el de periodismo y de otras carreras. Pero pocas, como esta, necesitan de un trabajo completamente afín para la realización del profesional graduado. No quiero pecar de chovinista, pero si no estamos detrás de la noticia ¿dónde vamos a estar? ¿Quién cuando conoce la magia de los Medios de Comunicación ha preferido sentarse en la mesa del burócrata, o en el despacho de la secretaria?

No miento cuando digo que en estos momentos los futuros reporteros miran con recelo el final de la academia. O por lo menos nosotros acá en provincia, donde la infraestructura mediática dista de las necesidades informativas de la gente, y de los propios periodistas. Ah, sí, lo olvidaba, en La Habana la cosa es otra… ¿Es la meta convertirse en Guantanamero Guajiro, Guajiro Guantanamero?

Por eso, mientras veía la mesa Redonda del viernes 14 de marzo, en homenaje al día de la prensa cubana, solo pude imaginarme como panelista, como representante de este sector de nuestro periodismo, para exponer – muy nervioso, porque de seguro sería la primera vez – el sentir de los jóvenes graduados. Para exponer mis humildes ideas al lado de tan prestigiosos periodistas y decirles de favor: Permítanme no dejar que este post se convierta en una crítica. Permítanme solamente verter mi opinión en la inmensidad de la web, aunque todavía no me haya ganado el derecho a ser columnista, aunque poco sepa de la verdadera labor reporteril.

Nota: El grupo de panelistas resultó sin lugar a dudas un lujo. A continuación las fotos. Fuente: portal de la Mesa Redonda mesaredonda.cubadebate.cu


1ra foto: De izquierda a derecha, Raúl Garcés, Decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, y Juan Antonio Borrego, director del periódico Escambray en Sancti Spiritus y corresponsal del diario Granma.
2da foto: Karina Marrón, jefa de información de Granma, y Antonio Moltó presidente de la Unión de Periodistas de Cuba.

Comentarios

  1. me agradó tu comentario, hoy salió una información en Prensa Latina donde Miguel Díaz Canel hablaba de la necesidad de cambios en la prensa cubana, y yo de ingenuo leo pensando que iba a encontrar algo de los salarios, pero no me di cuenta que la información de al lado, la de los médicos, hablaba ya de los salarios jajaja.... y nosotros qué? más de esto, más de lo otro, más crítica, mayor comprometimiento, más revolucionaria y cuándo nos toca???? La prensa ciertamente no "produce", no "ingresamos", pero debemos mirar a la prensa y la labor de los periodistas solo desde la óptica económica? Y nuestra función social, pilar fundamental de sostén de un sistema, este sistema político no vale para un aumento salarial??? Yo no quiero ir para el turismo, pero lo he pensado.....un abrazo

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  2. que bueno que los jóvenes se hagan esas preguntas eso es síntoma de análisis y de propuestas que muy importantes no tienen que ser absolutas sino colegiadas y consensuadas porque de ahí nacen las formas y maneras para hacer cada día mejor su trabajo ojala y los programas televisivos se parezcan un poquito mas a estos debates y análisis y no se limiten siempre a debatir un solo punto de vista en la diversidad esta la riqueza.

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