Blanco y negro no ¡Gris!


Cuando ya la tradicional semana de la cultura en Trinidad toca a su fin; cuando la ciudad se envuelve en la recogida de carpas, canapés y basura; cuando queda entre la gente el cuchicheo sobre los vaticinados altibajos de la celebración; cuando veo plagados unos cuantos medios con críticas hacia la factura de ciertas propuestas, sigo aferrado a la misma idea: el aniversario 500 de la tercera villa de Cuba estuvo a tono con lo que pudo dar su gente.

Lo negativo envuelve las cabezas de todo el mundo. Golpea los recuerdos la ínfima divulgación del programa oficial, con la “minuciosa organización” que logró obviar la agrupación santaclareña de música antigua Ars Nova, condenada a pasar desapercibida en los salones del Museo de Historia; o la falta de un folleto que pudiera indicarle a la gente donde iba a suceder esta o aquella actividad. Cierto.

Tampoco olvidamos que las mayores insatisfacciones recayeron en la enferma plataforma central, supuestamente la atracción principal para esta fecha, pero donde la falta de calidad de las galas dejaron a los trinitarios en espera de una representación de la cultura local que nunca llegó, donde el facilismo y la mediocridad hicieron mella en los espectáculos y la de este sábado, clausura de los festejos, resultó tan vacía de encanto que no parecía el clímax de la semana. Mucho recordamos sobre la debacle de la primera gala criticada hasta la exhaustividad “porque no se concibe que el pueblo no esté presente en una muestra de la cultura local de una fecha tan importante”, como refiere el joven de 16 años Rafael Cadalso.

Sin embargo, más allá de los espectáculos nocturnos, yo creo en los aportes sociales y culturales aledaños. Disfruté de la presencia de artistas notables; del calor inigualable de Isabel Bécker La Profunda, cuyo cumpleaños siempre deja el buen sabor de nuestros cantautores, y el de Carlitos Irarragorri, esa suerte de prodigio de estas tierras, quien nos regaló para esta jornada la sorpresa de su disco Son-riendo al mundo oficialmente en las tiendas cubanas.

Creo en el performance del grupo Morón Teatro en las calles del parque Céspedes, y en la rica simbiosis de lo cultural y popular en estas fechas; de un lado el arte resonando en el casco histórico; de otro, las ferias artesanales, las fiestas de pueblo con la cerveza y la timba cubana justo a la medida en los suburbios de la ciudad.

Creo en la calidad del coloquio de la cultura trinitaria como pilar del desarrollo científico regional para mantener vivo nuestro patrimonio. Creo en el buen desempeño de los artistas y sus exposiciones (La de Yudith Vidal, la de Luis Blanco), en la pulcritud de la Asamblea Solemne del Poder Popular y sus invitados de honor.

Creo en la calidad de las nuevas obras sociales: la reinauguración del Museo Romántico (con sus mencionados altibajos en el tiempo de ejecución), la maqueta de Trinidad, en la apertura de nuevos centros nocturnos apuntados al turismo (aunque me cueste creer en el verdadero vínculo de un Floridita y Bodeguita del medio, aquí, en nuestra ciudad tan raigal).

Así transcurrieron estos días en la villa de la Santísima Trinidad, cuyas celebraciones por el 500 aniversario estuvieron envueltas en un tono gris. Pero no ese tono gris de los cementerios, de las tormentas… Es el color gris de este país, el de los medios tonos, donde nada es ni blanco ni negro, ni tan negativo y ni tan positivo. Mi ciudad, como todo lo cubano, estuvo sumida en una celebración donde la marea sorprendía a veces alta, a veces no tanto. Pero asumámoslo ¿Acaso no era este el resultado esperado? Creo, incluso, que hubo un poco más.

Comentarios

  1. Como siempre, todavía la falta de organización reina en las grandes fiestas y conmemoraciones de la cultura cubana, son errores que los funcionarios del partido, el gobierno y demás instituciones involucradas deben erradicar. No obstante felicidades a todos los trinitarios, ya su villa tiene 500 años y se mantiene cada vez más hermosa, tal parece que se hace más joven.

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    1. Exactamente Antonio, es un virus que infecta a todas las celebraciones, es como una falta de motivación que creo, no tiene nada que ver con los recursos, en realidad son cosas mayores. no obsatnte, yo creo que este 500 aniversario estuvo bastante equilibrado, con los altibajos típicos de la Cuba de hoy.

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  2. Luis Orlando, me alegra muchísimo que alguien que presenció la celebración dé una opinión objetiva. Creo, al igual que tú que muchas cosas pudieron ser mejores, pero eso no le quita mérito a todo el esfuerzo de los trinitarios que trabajaron con dedicación y alegría para una fiesta que sintieron íntimamente suya, ni la entrega de los artistas, trinitarios y no, que participaron. Doy fe de todo el entusiasmo de los coterráneos que no pudieron asistir (yo entre ellos) que de lejos siguieron los festejos e incluso algunos colaboraron materialmente con el embellecimiento de algunos de nuestros monumentos. Es injusto resumirlo todo en una crítica ácida y superficial. Pienso, al igual que tú, que se hizo lo que se pudo, y tal vez algo más

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    1. Me alegra mayra que le haya llegado muy bien el objetivo de este comentario, que la visión no fuera muy particular, que existieran las dos caras de la moneda, es que no me gusta que lo que aparezca en muchas publicaciones sean solo críticas. Ustedes, los trinitarios ausentes, pudieran llevarse una mala impresión, y en realidad no fue así. Saludos, gracias siempre por pasarte por mi blog.

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  3. Tu escrito es bueno para nosotros que no estuvimos presentes en el 500 aniversario de mi bella Trinidad,y pienso que se hizo lo que se pudo,´jajaja por mi como si el Color el azul,rojo,violeta,amarillo o como tu dices gris,yo cambiaria un arcoiris si lo tuviera para disfrutar de este bello aniversario

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    1. Claro, cuando escribo sobre Trinidad, créme que lo hago pensando en ustedes los que quieren y no pueden estar, para que se lleven un pedacito de esa ciudad que tanto amamos. Gracias Neisa, tus comentarios siempre me llenan de alegría.

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  4. EXACTO, LUIS ORLANDO, EL TONO GRIS QUE ENVUELVE CASI TODO!!!!
    TIENES TODA LA RAZON. NO SUCEDIO MAS QUE LO QUE ESPERABAMOS.
    PERO POR SUDERTE, LA ACTIVIDAD PERSONAL DE CADA ARTISTA SALVO LA CELEBRACION DE LA DEBACLE GENERAL!!!
    PARA MI, QUE VIVO LEJOS, LO MAS IMPORTANTE FUE EL REENCUENTRO CON LOS AMIGOS TAMBIEN AUSENTES, Y POR SUPUESTO, EL DISFRUTE A ESCALA MAS INTI MA DE LA BUENA MUSICA EN LAS DESCARGAS, LANZAMIENTOS DE CD Y SERENATAS.
    GRACIAS POR ESTAS REFLEXIONES.
    SALUDOS DESDE LA GRAN MANZANA

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