De la recarga, el patetismo y la moraleja
Cuando llega el mensaje al teléfono a uno como que se le pega una sonrisa en la cara. CUBACEL anuncia otra vez que hay recarga del exterior, que te ponen el doble del saldo a partir de 20 CUC, que tienes que tener aunque sea un amigo entrañable fuera de las fronteras del país. Se nos vuelven un lío los tres o cuatro días que disponen para la oferta porque, a fin de cuentas ¿quién coño puede resolvernos el problema?
Entonces, sin más, escuchas un coro de ángeles y ves un halo cegador alrededor de la palabra Facebook. Corres a tu oficina, a tu redacción de noticias o a la sala Nauta más cercana y abres la gigantezca red social, y lo luchas – así, con toda la connotación que adquiere la palabra en Cuba – a ver si dentro de los próximos seis meses, ahorrando, te puedes quitar de la cabeza el dinerito extra del móvil.
El ingenio en estos casos se despierta, y creamos fórmulas para atrapar amigos cubanos de allá, extranjeros de por acá, y quien sabe cuántas maneras de hablar con aquel compañero de aula que vive en Barcelona, o la prima tercera que hace años que no vuelve. Si de ninguna manera existe el vínculo directo con nadie, tratas de lanzar la convocatoria, a ver si cuelas la bola, vaya…
Con esa idea ingresé a Facebook el otro día. En un acto de puro patetismo y desesperación monetaria, copié y pegué en mi muro la afirmación aparentemente ingeniosa de un amigo que, como yo, trataba de convocar a la generosidad de los compatriotas de afuera. El texto dice:
“DEL 22 HASTA EL 25 LA EMPRESA TELEFÓNICA DE CUBA ETECSA COMUNICA QUE LAS RECARGAS DEL EXTERIOR A CUBA A PARTIR DE 20 CUC SERÁN DUPLICADAS. Un buen momento para saludar a los amigos, 20 cuc significan tal vez nada para los de allá pero una fortuna para los que vivimos en Cuba, si vamos al cambio serían 500 pesos, así que recibiendo en nuestros móviles 40 son 1000 pesos cubanos.”
La más pura realidad escrita en breves palabras. Me pareció una manera solapada de pedir 20 dólares para la cuenta de mi teléfono, que CUBACEL generosamente transformaría luego en 40 CUC. No obtuve nada. Sólo respuestas. El primero en contestar, residente norteamericano desde hace más de cinco años, suscitó una breve polémica:
Leandro Águila: “Hahaha Luis aunke no lo creas 20 CUC Aki Es dinero tambien Hermano al final no te cobran 20 te cobran 25 dolares 5 dolares por encima de interes. ... Y 25 dolares Es el Pago mensual del Agua o el Parte del Pago mensual de tu Telefono suerte Papo”.
Luis Orlando León Carpio: “no me jodas con eso, claro que es dinero, pero sabes que alla no representa lo mismo que aquí, dime que tu harías si cobraras solo 20 dolares al día alla?? te digo lo que yo hago si cobro 20 cuc aqui???”.
Leandro Águila: “Totalmente entiendo que no representa lo Mismo. Pero que si Es algo Es algo. Entiendo completamente de donde vienes y lo que kieres decir pero lo que choca es como se hace el cambio de cuc a dinero cubano .. Y créeme que por eso de e tan grande en monto de dinero .. Pero 25 dólares aki no será mucho pero si es algo .. Y sino brinca pa acá y verás lo duro que es ganárselos”.
Justo cuando me enfurecí, cuando iba a contestar por segunda vez, llegó otro mensaje. JC: “Luis O sí es dinero aquí , allá y en todos lados mi amigo, si te faltan 20 CUC no te dejan salir de Cuba, pues son 25 el impuesto. Además suma de 20 en 20 a todos los que le queremos recargar, porque no siempre es una sola persona.”
Y llegaron otros, no tan tajantes, pero que terminaron diciendome desesperado, “fuera de rosca”, “estás a la cara”… Entonces caí en cuenta de que existen muchas maneras de pedir limosna, de rebajarse por algunos pesos, de legitimar a esos de allá como seres de otro mundo con posibilidades ilimitadas.
Aquella aparente fórmula ingeniosa de pedir ayuda, había generado una reacción del público inesperada. Tal vez se vaya sin un me gusta, quizás lo lean pero no comenten, pudiera ser que se hagan los de la vista gorda, pensé. Mas, tras ver las negativas de mis amigos ante tal petición, sentí vergüenza. Maldije los celulares, las ofertas de recarga, los salarios, la clases sociales y el imperialismo cultural. Pero me calmé y terminé por escribir mi propia moraleja: Existen cosas en la vida más importante que 40 CUC, la amistad no se mide por la cantidad de recargas y, si de verdad Facebook hiciera amigos, yo no tuviera la necesidad de pedirla.
Yo tengo conocidos que solo se comunican cuando hay recarga para avisar de esta jjj y no saben que somos los primeros en saberlo,pero 20 Euros tambien es dinero.
ResponderEliminarLo malo de estos casos es que la gente se venda por dinero, que quieran su amistad solo por eso... y tambien que una triste recarga pueda separar a dos amigos... lo demás es sentido común...
EliminarHola Luis te escribo desde Argentina, soy Santaclareño, eh leido pocos articulos tuyos, la verdad me han parecido (muy interesantes), con el mayor respeto a todos los que te han contestado incluyendo "Tus amigos de allá", la verdad me hubiese sentido muy desepcionado si me hubiesen contestado eso personas con las cuales trato directa o indirectamente, 20 dolares - 25 dolares, cual es la diferencia?, si se trata de hacerle un favor a un amigo (ni hay diferencia) (ni es mucho), yo paso muchisimo trabajo aqui en Argentina (que la cosa esta dura, ect) jajaja me cago de risa con (la cosa dura) {en el mejor sentido}, la cosa esta realmente dura en Cuba, y aun asi tengo un amigo al cual le recargo cada que puedo, porque se cuanto lo necesita, o que se pondra contento cuando lo haga, eso vale mas que 20 dolares, y no me es un sacrificio hacerlo aunque me quede sin almorzar 3 dias aca, cosa que me pasaba constantemente en Cuba, Saludos coordiales, y muchos exitos a tu blog
ResponderEliminarGracias por tus visitas, y por todas las cosas buenas que deseas. Nada que agregar a tu comentario, dio justo en el blanco, tanto así, que lo usé para defenderme en otra página donde me publicaron este post. Te dejo el enlace para que lo veas: http://bitacorascubanas.com/de-la-recarga-el-patetismo-y-la-moraleja/
EliminarUn saludo, espero vuelvas pronto.
Hola Luis, me alegro mucho que te haya servido mi comentario, y a cada tanto me veras por aca, un saludo.
ResponderEliminarAmi lo q me emp,,,, de esas recargas es cuando te lo llevan al cambio 20= 25 y despues te cobran el minuto a 50 ,Donde esta la ventaja? si yo con 15 me echo un mes y mas,,, paganines!!!!!!
ResponderEliminarDefinitivamente amigo, luego de ver las reacciones tan diversas que ha causado este post, me dispondré a escribir un día sobre la intenciones que puedan haber detrás de las estrategias de Cubacel.
EliminarLuis Orlando Leon Carpio, es primera vez q leo tu blog, y me llamo la atencion este escrito. Existe en Cuba (entre los cubanos) la falsa idea de q los q viven fuera de la isla pueden privarse de $20 pq eso es una boberia para ellos, q ganan mucho mas. Esa afirmacion tuya "alla no representa lo mismo que aquí" me demuestra q eres de ese grupo. Es cierto q no representa lo mismo, como tampoco representa lo mismo cumplir con las obligaciones financieras q tienes en otros paises q las q tienes en Cuba.
ResponderEliminarCuando dices "dime que tu harías si cobraras solo 20 dolares al día alla?? te digo lo que yo hago si cobro 20 cuc aqui???” es pq ignoras completamente como es la vida en otros lugares. Yo podria, en contra de las normas, responderte con otra pregunta: "que tu harias si tuvieras q pagar $1000 de renta o te vas a la calle??". O esta otra "que tu harias si tuvieras q pagar $200 de seguro medico???". Lo q quiero decir con esto es q desde Cuba se piensa q $20 es boberia simplemente pq aca se gana mucho mas q eso, pero tambien se paga mucho mas q eso.
Otra cosa: en Cuba hay muchos q se creen en el derecho de casi exigirle a familiares y amigos q carguen con sus problemas. No importa si los q viven al lado de aca se estan comiendo un cable o no, no importan si tienen 2 trabajos o ninguno; muchos en la isla casi le echan en cara a los q estan al lado de aca q ellos si lograron salir de Cuba y por lo tanto tienen la obligacion moral de cargar con los q se quedaron.
Yo vivi en Cuba hasta los 44 años y jamas tuve celular, ni tanta falta q me hizo tampoco. Como tampoco me hizo falta estar con el jean y las gafas de ultima moda o visitar la discoteca.
A los dos meses de haber salido de Cuba ya tenia 3 solicitudes de recarga de telefonos; pero nadie me pregunto como estaba viviendo sin trabajo, q comia o donde dormian mis hijas. Y como mi abuela me enseño q era mejor ponerse colorado una vez q rosadito 10 les dije a los 3 solicitantes q no podia recargarles el telefono pq sencillamente no tenia dinero para eso, q yo jamas tuve celular en Cuba y no me mori por eso, simplemente pq yo preferia q mis hijas tuvieran un mejor plato cada en su mesa a tener un telefono colgado a la cintura.
No voy a seguir pq creo q ya he dejado claro mi forma de pensar.
Gracias por permitirme opinar aca.
para un anonimo otro!! Socio, tu comentario es realmente PATETICO. debes estarte comiendo un cable marcha atras en Cuba, estados Unidos, donde sea. No seas tan miserable y ruin que 20 dolares son casi 1 hora de trabajo en un pasi donde se respeten a los trabajadores!! y se les pague el verdadero fruto de su trabajo. no en Cuba!! Es que ya se te olvidaron los problemas del cubano obrero o te crees todavia que en pleno siglo 21 las nuevas tecnologias son un lujo. Mente Retrogada!! No te hizo falta celular porque cuando vivias aqui no existian. Seguro que donde vives no tienes? Cunto te cuesta: 500 dolares o sea lo que son 500 pesos pa un cubano?
EliminarEvidentemente entre cubanos es casi un lujo poder debatir sin ofender, uno de los logros alcanzados en estos ultimos 60 años, donde la ofensa y la intolerancia se han espacido en la isla mas q el odiado marabu. Gracias a Dios no me estoy comiendo un cable, ni tampoco me lo comi en Cuba. Tengo un empleo q me permite vivir tranquilo, darle a mi familia una vida y una educacion adecuadas y ayudar, en lo posible, a mi otra familia en Cuba. Lo q son 20 dollares solo el q los debe pagar lo sabe. No tuve celular en Cuba, como ya dije, pq siempre preferi q mi familia tuviera una alimentacion adecuada y pq consideraba el celular (en Cuba) un lujo innecesario. Sali de Cuba el año pasado, por si deseas saberlo, y jamas necesite un celular, pq sencillamente no es tan grande la distancia ni tan urgentes las necesidades como para necesitar una comunicacion instantanea en detrimento de otras necesidades mucho mas apremiantes, como la alimentacion, la higiene, el calzado o la vivienda. Aun no llevo 2 años fuera de Cuba, asi q conozco perfectamente las necesidades q se presentan en la isla. Ahora si tengo uno, pero simplemente pq mis demas necesidades estan cubiertas. Como es posible q las personas prefieran un celular o tomarse una cerveza a un plato de comida o un par de zapatos?? Yo prefiero destinar esos 20 dollares de la recarga a enviarles un par de zapatos o una muda de ropa o unos medicamentos. Me tiene sin cuidado lo q puedas pensar sobre mi, sobre todo pq viendo la manera en q te expresas, la falta de respeto en tus palabras y tu absoluta incapacidad de debatir, eres de las personas q prefiero ignorar.
EliminarMire, para nada soy el que le escribió antes, y tiene mucha razón en lo que habla de la falta de respeto y las «intolerancias», algo que no se nos podrá quitar nunca a los cubanos, pero discrepo de su criterio, mire una pregunta, hace dos años casi que vive en el exterior y seguro tiene un celular allá donde vive? No es verdad, por qué será? Será un lujo, será que vive mejor que en Cuba, qué será. Mire, el fin jsutifica los medios, porque no tener un celular cuando en realidad no es un lujo sino una necesdidad. Por ejemplo, soy estudiante en la Universidad Central Marta Abreu y los públicos aquí son unasco o no sirven y los pocos que hay las colas son de novias enfermizas para poner al tanto a sus novios, tengo problemas en la casa, situaciones personales que con un sms, a la hora que lo estime, me hace sentir mejor y poder continuar estudiando porque al menos sé cómo anda mi familia. No soy de los millonorios de aquí y de hijo de mamá ni papá, pero un celular sí hace falta, por Dios, con el fin que cualquiera quiera. So, por favor, el anterior lo ofendió con su criterio, pero es que usted está obsesionado con la austeridad de su forma de pensar, entonces me pongo a reflexionar, será caso usted de los que cree que los cubanos no tenemos derecho a la Internet ni a los correos ni a los celulares por el simple hecho de que son caros o no manejables. No me responda, no hace falta, Solo dejo una reflexión para los que lean esto. ¿qué clase de país que su población no adelanta tecnológicamente es la que los cubanos que viven en el exterior quiere para su Isla?
EliminarLe doy las gracias por su mensaje. Discrepar y disentir es lo mas normal del mundo, pq no existimos dos personas iguales. Pero siempre debe hacerse con respeto y tolerar la opinion ajena. Voy a intentar contestar todo lo que expones. Prefiero empezar por el final. En ninguna parte de mi mensaje he dicho o insinuado que los cubanos no tengan derecho a las nuevas tecnologias. No se de donde pudo Ud sacar una conclusion tan disparatada. Soy partidario del derecho de cada persona a la libre eleccion, al libre acceso a la informacion y a las tecnologias. Creo que mas claro no puedo ser en ese sentido. Otro cosa: el anterior no me ofendio con su criterio; como ya dije, respeto cualquier opinion. Me ofendio, eso si, con sus ofensas. Dejando eso claro, vayamos a lo demas. Todos los casos no son iguales, eso esta claro. Pueden haber situaciones en que tener un celular (en Cuba) alivie una situacion determinada. Reconozco que es asi. Yo tambien estudie en la Universidad Central, se muy bien la situacion de los telefonos alli, del transporte, de los albergues. Comprendo que tener un celular facilita sobremanera la comunicacion con la familia y ayude, como en su caso, a sentirse mejor. Pero entiendo que uno deberia preocuparse por las demas necesidades cuando las basicas estan cubiertas. Se de muchos que prefieren andar con un celular en la mano, llamando a todas partes, aun cuando no haga falta, y limitarse a la hora de alimentarse o alimentar a los suyos. Me dice que yo estoy obsesionado con la austeridad. Es posible... y debe ser porque he visto a mis hijos pedir algo de comer cuando no habia nada. O dejar yo de comer algo para que ellos tuvieran un poco mas. O porque he tenido que quitarme un bocado yo para darselo a mi hermana, necesitada de una alimentacion especifica debido a una enfermedad. Amigo, y permita que lo llame de esta forma, yo creo que todos deberian tener Internet en su casa, tener un celular, tener un auto o en su defecto un modo de transporte decente; pero creo que primero que todo eso hace falta un alimento diario para la mesa, hace falta una ropa, hace falta un par de zapatos. En fin, que creo que si en algo atino el marxismo fue en plantear aquello de que antes de hacer ciencia, religion o politica; primero hay que comer, vestirse y calzarse. Y en Cuba muchos han invertido esa ecuacion que jamas va a dar buenos resultados. Creame que es un placer debatir con Ud, desde posiciones diferentes; pero con respeto y educacion. Mis saludos para Ud y para la gente buena de la Universidad de Santa Clara.
EliminarNo suelo opinar en blogs, pero este tiene su escondite coterráneo provincial (y provinciano) de un joven/talentoso que evidentemente no puede (ni quiere) lidiar con el "culpable de tanta maldad" parafraseando a Silvito. Por que es plantilla de diario local. Organo ideológico/vinculante. Y se atiborra a preguntas insolutas, naturalmente. O logra decir algo inquietante, de paso, con su pluma. Pero al menos al redactor le dejan un sitio en la poli "Sfera", y accede a él -gratuitamente- por su pertenencia al gremio. Hasta que les convenga a los permitidores.
ResponderEliminarSe entiende en cambio su desarbolamiento económico como el de todos los implicados (incluso nosotros también, que "robamos más" al soberano -o al cabo a nosotros mismos-, para llegar a estas redes prohibitivas para el cubano corriente) por sobre-vivir, milagrosamente, en el sitio natal. (Y sufrir de rigores y altibajos nominales, como cualquier "compañero", que ya no "señor" a la usanza a ultranza).
La sugerencia para reconsiderar este artículo y su deriva de la preo hermosa sobre los presupuestos históricos y tradicionales del concepto "amistad" (que suena inderrumbable, cual añejo bloque del "Este" ) sería: (...y sería-seria) una única pregunta que el redactor no se hace:
-¿Porqué razón, si puedo albergar legalmente 20 (+5 extras para ¿abonar a intermediantes foráneos?) USD en mi bolsillo -que no los veinte cuquitos anunciados en el lead, e inservibles ni para un refresco en la arrasada Haití-, que parecen ser los billetes "útiles/verdaderos/necesarios" al hambre etécsica, y por ende al gobierno "nuestro", no me permiten recargar el cabrón aparatico desde dentro de la isla en que vivo con MIS dólares norteamericanichis? ¿porqué hemos de rumiar auxilio a los hermanos ausentes y laboriosos que lograron el brinco más el desarraigo adjunto? ¿se trata acaso de un castigo solapado/imbécil o es mera pedigüeñería extendida del precepto (dis)fundacional de nación actualizante/empobrecida? ¿alguien ha pensado en los ahorros obvios que conllevaría esa permisión a nacionales?
Por fa, estimado bloguero y periodista: La respuesta está en el aire. Y en el tronco. Y en las antípodas/de/el sistema colector/sus argumentos. No divaguemos.
¡A la concreta! Que la gente está harta de tan sutiles ramajes + de los empoderados burrocráticos.
Un saludo de
PMGR.
Que conste que el autor de este articulo vive en Cuba... PARTE 1
ResponderEliminarCuba: El hábito de ordeñar a los parientes en el extranjero
Un compatriota en el exterior "es como un dólar con piernas"
LA HABANA.- IVÁN GARCÍA
lun sep 30 2013 21:19
La penuria se vende sola. Son mayoría las familias en Cuba que con urgencia necesitan cosas materiales. Pero hay quienes han convertido la necesidad en insolencia y obligación.
Hace una semana, en DIARIO LAS AMÉRICAS leí un soberbio artículo de la columnista Dania Ferro sobre el tema. Esa sensación que percibe la reportera sobre el comportamiento de sus parientes y su desfachatez para vivir a costa del sudor del exiliado cubano, lamentablemente, no es la excepción de la regla.
Es la regla. Muchos cubanos de acá, ven a un extranjero o un compatriota residente en el exterior como un dólar con piernas. Y lo ordeñan cual si fuese una vaca. Es una conducta extendida.
Por vivir en un régimen autocrático con libertades limitadas, pobreza socializada y carencias de todo tipo, piensan que el visitante debe hacer siempre una obra caridad hacia ellos.
Existe un manual no escrito sobre el comportamiento del emigrado con sus familiares y amigos. La regla número uno: traer una maleta repleta de ropa y calzado nuevos, de marcas famosas.
No puede ser de uso, pues eso ofendería a los parientes, quienes cuando menos lo tildarían de ridículo y tacaño. Antes de salir de la Florida, debe verificar la lista de las necesidades.
Algunas, como medicinas de última generación, alimentos enlatados o pañales desechables son importantes. Otras peticiones son desmesuradas. Y sin sonrojo encargan la ultima tableta de Apple; un televisor de pantalla plana 3D, "ah, que sea de 60 pulgadas, tu sabes, para montar un negocio"; tenis deportivos, "por favor, el último modelo de Nike", o un teléfono inteligente Samsung Galaxy.
Después viene la repartición del dinero. Si a los familiares más cercanos les dejas menos de 400 dólares, prepárate a recibir un sermón. “Mi hermano, esa plata se evapora sólo en comida, mira cómo está la cocina, tengo que repararla y ya tengo que empezar a guardar para los 15 de tu sobrina". Y los socios del barrio te empiezan a merodear para que los "salves".
PARTE 2
Eliminar"Salvar" en Cuba es sinónimo de regalarle 20 dólares, invitarlo a tomar una docena de cervezas (si la cantidad es menor, hablarán pestes de ti cuando te marches), no en cualquier bar, si no en un Pain de París, El Floridita o Sloppy Joe´s. O comprar un cerdo asado y media caja de ron Santiago y compartirlo con las amistades.
La vacuidad se ha convertido en Cuba en una pasarela de vanidades. Les aseguro que no pocos, gracias a las remesas y paquetes, viven mejor que sus parientes al otro lado del charco.
Son como sanguijuelas. Parásitos sin sentido común. Ingenuos que a pie juntillas creen que cualquiera es rico sólo por residir fuera de Cuba. Cuando el familiar o amigo inmigrante les cuenta sobre lo difícil del exilio, la crisis económica, los impuestos y que tienen hasta dos trabajos para sostener el loco tren de vida de los suyos en la isla, se lo toman como un chiste. Lo peor de esta nueva ralea de pedigüeños es su mojigatería política.
Puertas adentro de sus casas, son más capitalistas que los Rockefeller y más consumistas que un jeque árabe. No apoyan la locura ideológica de los hermanos Castro y ven toneladas de culebrones mexicanos y programas de Miami, captados desde una ilegal antena que esconden dentro de un tanque de agua en la azotea de su casa. Muchos ni siquiera trabajan o estudian.
Lo de ellos es pedir. Hasta 2.000 o 3.000 dólares para montar un negocio. Conozco una persona que casi como un ultimátum, a su hijo en Estados Unidos le exigió que le girara 10.000 dólares para comprarse un Chevrolet de los años 50.
Pero cuando el régimen convoca una pachanga política a ritmo de timba y reguetón, suelen ser los primeros en asistir con su modernos móviles de 400 dólares comprados en la Pequeña Habana, jeans a la cadera y zapatillas de marca, todo acabado de recibir a través de una "mula".
También disciplinadamente van a votar en el remedo de elecciones parlamentarias instauradas por el Gobierno. Y no pocos le niegan el saludo a un disidente, para no "marcarse" (señalarse), con el jefe de sector de la Policía.
Con los dólares que fluyen desde la Florida, los parientes en Cuba se pueden dar ciertos lujos, como pagar 20 pesos convertibles para asistir a un recital de La Charanga Habanera o gastar 600 cuc por una estancia de cuatro noches en un hotel todo incluido de Varadero.
Se puede culpar a los hermanos Castro por haber destruido la nación y convertido a infinidad de cubanos en pedigüeños consuetudinarios, vía correo electrónico o llamadas de cobro revertido. Pero el culpable mayor es el propio emigrado, por no frenar a tiempo el reclamo desmedido de los suyos en Cuba.